Todos quisieramos conocer la dieta de la eterna juventud, aunque todos sabemos por descontado que no podemos ir en contra del avance de los años. Aqui es cuando nos viene a la cabeza el dicho de 'Si no puedes con tu enemigo únete a él', de tal manera que te sentirás mejor aprendiendo del paso de los años disfrutar cuidandote y sobre todo, aceptar con deportividad lo que te ofrece la vida en cada etapa.

El envejecimiento es un proceso natural asociado a cualquier organismo vivo ya que el deterioro de las células que conforman cualquier ser con vida es algo asociado al paso del tiempo. En el ser humano, este proceso toma especial relevancia por tratarse del único que es consciente del envejecimiento y de los problemas que acarrea en la salud y el bienestar. El desgaste de las células y el endurecimiento del cuerpo que afecta a huesos, músculos y aparato locomotor son los principales efectos del paso del tiempo. Esto provoca la falta de elasticidad, torpeza y artrosis, entre otras muchas patologías.

Aunque actualmente no existe ninguna fórmula que conduzca a la eterna juventud, hay múltiples estudios que demuestran que retrasar el envejecimiento es posible. Frenar o retardar sus efectos pasa por algo tan sencillo como una correcta alimentación, destinada a optimizar las propiedades de cada uno de los alimentos que se ingieren para que el metabolismo las pueda aprovechar al máximo.

A partir de los 35 años, el cuerpo humano empieza a sufrir complicaciones. El sistema intestinal y el nervioso son los primeros en empezar a fallar. Los malos hábitos alimenticios y el estrés son los causantes. La base de este tipo de alimentación debe ser todo aquello que lleve vitamina E y C, ya que sirve para frenar la oxidación del cuerpo. Frutas, verduras y agua son esenciales. Carne y pescado, con grandes cantidades de proteínas, son el siguiente escalafón y como colofón, en la nueva pirámide alimenticia, los lácteos y los cereales.

Los beneficios de una correcta alimentación son apreciables rápidamente. La digestión se realiza de mejor manera y eso repercute en que se esté menos cansado y se sufran menos dolores de cabeza. Además, aunque no se trate de una dieta para adelgazar, contribuye a disminuir la obesidad y con ello todas las enfermedades que pueden derivar de una complicación cardiovascular. Tomar menos óxidos supone que cuerpo, piel y cerebro funcionen mejor.

Manzana. La fruta siempre es aconsejable por su cantidad de vitaminas, pero la manzana además contiene excelentes propiedades que combaten los radicales libres.

Vino. Contiene un antioxidante único llamado resveratrol que actúa como antioxidante activando genes específicos que controlan procesos metabólicos del cuerpo y que reparan el ADN. Se encuentran en el vino tinto y en menor medida en el blanco.

Brócoli. Refuerza el sistema inmunológico con su gran cantidad de vitaminas A y C, previniendo y combatiendo las infecciones y protegiendo las moléculas vitales de los radicales libres.

Soja. Sus semillas están llenas de grasas insaturadas saludables, antioxidantes y flavonoides. Asimismo son una excelente fuente de proteínas que ayudan a desarrollar músculo.

Bayas. Además de sus propiedades afrodisiacas, las bayas y frutos rojos poseen fitonutrientes llamados flavonoides que actúan de antioxidantes. También reducen el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

Tomate. Contiene gran cantidad de flavonoides que son químicos antiinflamatorio del cuerpo y que previenen el envejecimiento de las células.

Aguacate. Son una buena fuente de grasas monoinsaturadas que reducen el colesterol malo, dismuyendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Tambien contiene vitamina E.

Algas marinas. Contiene iodo, que maneja la función tiroidea y también selenio, que previene el crecimiento de células cancerígenas.

Ciruelas pasas. A pesar de no tener un buen aspecto es la fruta con más alta concentración de antioxidantes. Éstos previenen la producción de radicales libres, y protegen las células del cerebro. Además, su ingesta reduce el riesgo de cáncer.

Miel. Para endulzar bebidas y preparar postres, la miel es fuente de antioxidantes al igual que las frutas y también contiene carbohidratos y provee de energía al cuerpo.

Ajo. Pese a su fuerte olor, comer una pequeña cantidad de ajo una vez por semana disminuye el riesgo a desarrollar ciertos tipos de cáncer.

Calabaza. Cargada de vitaminas y nutrientes esenciales y rica en antioxidantes que estimulan la función metabólica.

Té verde. Es una excelente fuente de antioxidante EGCG que previene el desarrollo de células dañinas y mantiene la integridad de las membranas.