Adelgazar dietas

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Recetas para no engordar

Recetas para no engordarPlatos para no engordar

Te proponemos varias recetas para no engordar. A veces, ocurre que no queremos engordar pero no se nos ocurre qué podemos preparar para hacer de nuestros platos recetas más ligeras. Se trata de platos de sencilla elaboración que te permitan solucionarte un menu completo y equilibrado a la hora de hacer la comida de régimen.

Receta Pollo a la natural

Ingredientes: un pollo, 1 cebolla grande, 1 tomate, 1 hoja de laurel, 1 ramita de perejil, sal y pimienta.

Elaboración: caliéntese el recipiente, totalmente vacío, hasta que, al sacudir en su interior la mano humecida, el agua que se cae forme bolitas.
Entre tanto, habremos limpiado cuidadosamente el pollo, eliminando totalmente la piel y la grasa; trocéese, pesando los 150 g que corresponden a la persona sometida a la dieta para no engordar.
Doraremos por todas las caras los pedazos de pollo, que se irán colocando en la tapadera. Acabado el dorado, se llevan a la cazuela y se añade el tomate partido, la cebolla, igualmetne a trozos, una hoja de laurel y la ramita de perejil. Se tapa y se pone el fuego al máximo, dejando que cueza suavemente; a los 10 minutos, aproximadamente, se da la vuelta y se concluye la cocción.
Se aparta la hoja de laurel, y el resto de la salsa obtenida se pasa por la batidora; rectifíquese de sal y pimienta.

Receta pollo a la catalana

Ingredientes: un pollo, 2 cebollas, 2 dientes de ajo, 2 pimientos rojos, 50 g de tomate, sal y pimienta

Elaboración: Se procede a calentar el recipiente y a la limpieza del pollo en forma análoga a la indicada en la receta anterior. Mientras se reserva en la tapadera el pollo ya dorado, en la cazuela se doran ligeramente los ajos y la cebolla finamente picados, los pimientos limpios de semillas y cortados a tiritas, se salpimentan las verduras y se tapan, bajando el fuego y dejándolos cocer entre 5 y 8 minutos. Se añade el pollo y se mantiene, a fuego lento, aproximadamente unos 30 minutos. Puede servirse inmediatamente.

Receta abadejo en salsa de cebolla

Ingredientes: 500 g de abadejo fresco, zumo de limón, 5 cebollas medianas, 1 tomate, apio, sal y pimienta. Especias al gusto

Elaboración: Se limpia el abadejo, se corta en pedazos regulares y se macera durante unos minutos en zumo de limón.
Ente tanto, se limpian las cebollas y el tomate, se parten en finas rodajas y se lleva todo a una cazuela, calentándolo hasta ebullición; se pone el fuego al máximo y, con la cazuela bien tapada, se deja cocer durante unos 25 minutos. Se separa el pescado, disponiéndolo en una bandeja, y la salsa de cocción se pasa por el chino, añadiendo un poco de agua, si fuera preciso, y se vierte sobre el pescado. Previamente, le habremos añadido las especias que nos sean más gratas.

Receta Gambas al ajillo

Ingredientes: 600 g de gambas, de 2 a 4 dientes de ajo, perejil y sal

Elaboración: Caliéntese el recipiente, como en las otras ocasiones, e introdúzcanse las gambas, bien lavadas, hasta lograr que se doren por ambas caras; añadiremos la sal, los ajos picados y el perejil, apartaremos la cazuela del fuego y la mantendremos cerrada durante unos minutos para que el marisco se impregne del sabor de los condimentos añadidos. Sírvase acompañados de abundante ensalada del tiempo.

Receta Hígado con cebolla

Ingredientes: 400 g de higado de ternera, 1 cebolla grande, sal, pimienta, mostaza

Elaboración: En la tartera precalentada, doraremos los filetes de hígado; se corta la cebolla en aros grandes, que se colocan sobre el hígado, se cierra, se baja el fuego y se mantiene el calor durante unos 15 minutos, aproximadamente.
Se sazona con sal, pimienta y una pizca de mostaza.

Receta Roast-beef

Ingredientes: De 750 a 1000 g de ras-beef, 1 tomate, 1 cebolla, sal, pimienta y pimentón, 1 hoja de laurel

Elaboración: Se elige carne bien reposada, dado que, recién muerta, resulta algo dura.
Se frota la superficie con sal, pimienta y pimentón. Se calienta la cazuela y se dora la carne por todos los lados. Se baja el fuego al mínimo, se añade la cebolla en rodajas y el tomate pelado (basta escaldarlo en agua hirviendo para poder quitarle rápidamente la piel) y se mantiene cubierto el recipiente durante 25 minutos, transcurridos los cuales se da la vuelta y se prosigue la cocción durante otros 25 minutos más, si se quiere que la carne resulte muy hecha. Para que el interior quede sangrante (a la inglesa), se reducirán los tiempos de cocción.
Se corta en lonchas muy finas y se sirve a continuación. El jugo de cocción, pasado por la batidora, tras haber apartado la hoja de laurel, se sirve en salsera aparte.
El resto puede perfectamente conservarse unos días, no muchos, en la nevera; naturalmente, dependerá del número de estrellas del frigorífico y del punto de cocción de la carne.

Esta receta, dadas las características de las piezas del roast-beef, puede prepararse para dos comidas, tal como suelen hacerlo en Inglaterra, su país de origen.

Dieta astringente

Dieta astringente
Dieta pobre en fibra

La dieta pobre en fibra, es lo que se conoce como dieta astringente o pobre en residuos, y está formada por un mínimo contenido en fibra dietética, aproximadamente de 12 a 15 g/día.

La dieta astringente está indicada en aquellos casos en que es necesaria una disminución del bolo fecal, como por ejemplo diarrea, y se puede alcanzar con una reducción en la cantidad de fibra dietética suprimiendo los cereales integrales, pan integral o pasta italiana integral, utilizando con preferencia productos refinados, como el pan blanco; también suprimiendo los frutos secos, las semillas y las legumbres; evitando las frutas y verduras frescas, utilizando las más bajas en fibra, inmaduras, y cocidas o en forma de zumo colado; consumiendo carnes tiernas, o en cocciones que las ablanden. La leche, aunque no tenga fibra, puede contribuir a aumentar el residuo fecal, por lo que en ciertos pacientes es útil limitar su consumo. Hacia el final del libro se ofrece un ejemplo de dieta pobre en fibra.

Dietas estreñimiento

Estreñimiento
Estreñimiento

Al hablar de estreñimiento, es conveniente comenzar diciendo cuándo se consideran unas deposiciones normales. Hay que fijarse tanto en la cantidad de las mismas como en su consistencia y en la frecuencia con que se hacen. El volumen diario de una deposición normal debe tener un peso de 150 g a 200 g, y es estreñimiento quien haga haga heces con un peso inferior a 35 g al dia. Respecto a la frecuencia, es estreñida la mujer que haga menos de tres deposiciones a la semana y el hombre que haga menos de cinco en ese mismo tiempo, y ambos si se pasan más de tres días sin defecar. De modo que es estreñimiento quien emite heces de poco volumen, muy duras o de tarde en tarde. La mayoría de la gente le confiere más importancia a la frecuencia, mientras que otras personas cuando dicen estar estreñidas, se refieren a la consistencia de las heces únicamente.

El estreñimiento es, en parte, producto de la civilización. En la dieta que se hace en países industrializados, las harinas están desprovistas del material inerte que es la celulosa, y los alimentos que se toman carecen de fibra vegetal. En la dieta estreñimiento, es conveniente el uso de alimentos no muy elaborados, porque contienen salvado que ayuda a formar masa, aumenta el volumen de las heces y contribuye a evitar el estreñimiento. Los factores que provocan estreñimiento son varios y, en general, para aumentar el volumen de las heces y favorecer la evacuación, podemos actuar eligiendo aquellos líquidos y alimentos más idóneos para conseguir unas deposiciones normales.

El tratamiento del estreñimiento crónico está basado en una dieta rica en residuos, que contienen fibra vegetal y retiene agua en la luz del intestino. La fibra aumenta el volumen fecal y disminuye la consistencia de las heces. Sobre la fibra actúa la flora intestinal y se forman productos laxantes naturales, que facilitan la evacuación.

Dieta estreñimiento
Dieta laxante

La fibra vegetal o dietética tiene una gran importancia, no sólo para evitar el estreñimiento, sino también en los procesos de la digestión. Es celulosa y no alimenta porque no es un nutriente, sino una sustancia inerte; sin embargo, ejerce una gran función para prevenir enfermedades diverticular, el cáncer de colon y problemas venosos, e incluso cardiopáticos. Todas estas propiedades derivan de su capacidad para aumentar el volumen de las heces y acelerar así el tránsito del intestino, pues hace que disminuya la flora anaeróbica del color y, así, sus movimientos naturales se agilizan, aumentando el número de deposiciones al día. Esto, a la vez, previene la aparición de divertículos y hace que se dificulte la reabsorción de colesterol, con lo que se evita la formación de cálculos en la vesícula biliar. Al regularizarse la defecación y eliminarse el estreñimiento, es menos probable tener hemorroides e incluso apendicitis o varices en las piernas, y disminuye también la posibilidad de padecer cáncer en el intestino grueso.

No están muy claros los mecanismos fisiopatológicos por los que la fibra evita todas las enfermedades mencionadas, pero se sabe que en países como la India, y en Sudamérica y Asia, donde se consume mucha fibra, la incidencia de cáncer de colon es menor que en el resto de las áreas geográficas.

Este tipo de dieta parece constituir actualmente, como podemos ver, la panacea a muchas enfermedades existentes. Para tomar fibra hay que cambiar el pan blanco por pan integral, que tiene salvado, o bien tomarlo directamente y, en ese caso, deben ingerirse tres cucharadas soperas de salvado al día. Los alimentos que tienen más fibra en su composición son: la harina de avena; los vegetales de tallo largo, como las espinacas, los espárragos, el apio y la lechuga; frutas; sopa vegetal; hortalizas; granos de semillas oleaginosas; las legumbres, sobre todo los garbanzos y las lentejas, judías y habas; nabas y zanahorias y, desde luego, el salvado de los cereales.

Si queremos confeccionar una dieta rica en fibra vegetal, además de conocer los alimentos que la contienen, interesa saber las calorías que tales alimentos originan.

Dietas enfermedades intestino

Dietas celiacos
Dietas para enfermos del intestino

El intestino interviene en la digestión y absorción de los alimentos, de ahí su importancia como órgano que interviene en la nutrición. Los trastornos que alteran su función tienen interés en la medida en que impiden un correcto aprovechamiento de la dieta que se ofrece y dificultan la nutrición del individuo.

Dieta celiacos

Las enfermedades del intestino delgado requieren dietas que conviene afinar cuidadosamente, porque en ocasiones están causadas por insuficiencia del propio intestino e intolerancia a los alimentos. Entre las anomalias primarias de la mucosa intestinal, conviene que mencionemos la dieta que la celiaquía requiere, pues de la exclusión total del gluten en los alimentos ingeridos dependerá la curación dela enfermedad.

La enfermedad celíaca o celiaquía es una afección intestinal provocada por la ingestión de gluten y, concretamente, por la gliadina, que es su principal componente. La mayor toxicidad de los alimentos que sientan mal a los celíacos corresponde a una fracción de la gliadina, que tiene como componentes más importantes la glutamina, el ácido glutámico y el gluten.

Para que se desarrolle la enfermedad celíaca, es condición obligada que la mucosa del intestino delgado se ponga en contacto con el gluten. Si los enfermos que padecen la enfermedad siguen una dieta exenta de esta proteína, se consigue una franja mejoría y la mucosa intestinal se normaliza. El problema principal radica en la dificultad que tiene obtener una dieta sin gliadina, pues el gluten tóxico se encuentra en el trigo dietético, la cebada, el centeno y también en la avena, con cuyas harinas se hacen infinidad de alimentos que es preciso eliminar de la dieta sin gluten si existe una intolerancia a la leche, e cuyo caso habrá que retirarla también de la dieta.

En los enfermos con celiaquía, los componentes del gluten producen, de alguna manera, atrofia de las vellosidades intestinales y disminuyen la actividad y cantidad de enzimas que normalmente hay en la superficie del intestino delgado. En consecuencia, se produce una absorción defectuosa de los alimentos porque las vellosidades del intestino delgado son las encargadas de esa importante misión en la digestión. La mala absorción de las grasas y proteínas de los carbohidratos y electrólitos hace que aparezca desnutrición en el paciente y su desarrollo sea defectuoso, con problemas óseos, neurológicos y de crecimiento por las deficiencias nutricionales.

El gran inconveniente en el tratamiento de la celiaquía es que la dieta exenta de gluten debe mantenerse toda la vida, lo que implica una gran servidumbre para los enfermos, absteniéndose de todos aquellos alimentos y productos que contengan gliadina, para evitar la enfermedad. El paciente ha de reconocer los alimentos y las bebidas permitidos y prohibidos por su contenido en gluten, como se indica más adelante, para poder confeccionar menús carentes de él.

Dieta colitis

Dietas celiacos
Las enteritis y colitis son inflamaciones de los intestinos delgado y grueso que pueden acontecer por diversas causas. Se manifiestan por alteración en el hábito intestinal, con dolores abdominales y emisión, algunas veces, de productos patológicos con las heces, las cuales pierden su consistencia y aumentan el número al cabo del día.

Cuando aparece dolor cólico abdominal, diarreas y moco o sangre en las deposiciones, lo importante es conocer el origen de esas alteraciones de las que, en el tratamiento, la dieta es importante y a veces la única solución, como ocurre en el caso de la enfermedad celíaca.

Las intoxicaciones alimentarias tienen tratamiento específico relacionado con su etiología, pero siempre deben seguirse normas generales, que comentaremos si existen diarreas. El colon irritable es un cuadro clínico más frecuente en las mujeres que en los hombres, en la proporción de tres a uno. Suele aparecer entre los veinte y cuarenta años, y se da menos en las personas que se hacen mayores. Lo más sobresaliente de esta enfermedad es el dolor abdominal de tipo cólico y la alteración en el ritmo de las deposiciones. Las personas que sufren esta enfermedad suelen sentir el estómago lleno a los pocos minutos de haber iniciado la ingestión de alimentos. acusan distensión abdominal, dolor difuso por todo el abdomen e, indistintamente, presentan estreñimiento o diarrea. Es frecuente que la diarrea aparezca de modo impetuoso y sólo uno o dos días después de haber tenido, durante varios, estreñimiento. La terapéutica de este proceso se basa en el uso de tranquilizantes, ansiolíticos, e incluso antidepresivos, y en una dieta rica en residuos, además de psicoterapia de sostén, que lleve al paciente a conocer la poca trascendencia de su enfermedad.

Dieta diverticulosis

La diverticulosos de colon es uno de los padecimientos más frecuentes en el ser humano, y se caracteriza por la aparición de pequeñas formaciones hernianas en la pared del intestino grueso, a semejanza de diminutos sacos con la boca de entrada pegada a la luz intestinal y el fondo colgando de ella hacia fuera. La diverticulosis no presupone la existencia de enfermedad: los divertículos son únicamente formaciones anatómicas que, en principio, no dan síntomas. La inflamación de los divertículos sí que origina un cuadro clínico llamado diverticulitis.

Las personas que tienen divertículos sin sintomas, es decir, diverticulosis, no deben preocuparse en absoluto, pero es aconsejable que, en lo posible, excluyan de su dieta alimentos con semillas, vegetales y frutas crudas; deben evitar el estreñimiento y, para ello, es aconsejable una dieta rica en fibra y que tomen aceite mineral, si es preciso, para asegurarse una evacuación diaria.

Dietas enfermedades estomago

Dietas alimentacion estomago
Dietas para enfermos del estomago

La alimentación en los enfermos del estómago tiene una especial importancia dentro de la dietética porque, a la vez que hay que procurar una equilibrada ración alimenticia, como esta parte del tramo digestivo está afectada por un enfermedad y su función es importante en la digestión de los alimentos, su absorción puede verse dificultada. De todos modos, actualmente en patología gástrica, la influencia de la dieta sobre la secreción está en tela de juicio, y hay quien afirma que es indiferente el tipo de dieta que se aconseje. Existen, sin embargo, ideas muy concretas y se sabe que las proteínas, el café y el alcohol aumentan considerablemente la secreción ácida gástrica; los disminuyen. Las enfermedades más importantes y frecuentes en patología del estómago son las úlceras y gastritis, y el cáncer. En todas las enfermedades gástricas la dieta debe seguir unas normas: no excitar la secreción ni aumentar la actividad motora del estómago, no irritar sus paredes mucosas, y favorecer una rápida evacuación. El médico ofrece en estos casos, junto a la medicación que controla el estímulo de la secreción gástrica, una serie de alimentos permitidos que no la modifican, y prohibe otros porque teóricamente la aumentan.

En los casos de úlcera péptica o gastritis, la dieta estará compuesta fundamentalmente de alimentos hervidos como carnes, pescados, verduras, legumbres y frutas, porque son poco excitantes de la secreción, así como los huevos preparados en formas blandas. Contrariamente, las bebidas frías estimulan la secreción. Son preferibles las aguas alcalinas sin gas.

Se darán las legumbres en forma de purés, con mantequilla o aceite; las carnes, muy bien picadas; los pescados, hervidos; los huevos, en formas blandas; quesos frescos; el pan, tostado; agua de té y leche con cacao. Los alimentos estarán bien cocidos y triturados por batidora en el caso de que los pacientes tengan la dentadura defectuosa; si no es así, se les recomendará la necesidad de masticar muy bien los alimentos. Cuando la masticación es insuficiente, el bolo alimenticio irrita la pared del estómago, excita la secreción y retrasa la salida de manera considerable.

Consejos enfermos con ulcera

Dieta enfermos estomago
Los pacientes operados de úlcera péptica necesitan mayor atención dietética y después de una gastrectomía, cuando se les permite comer, deben iniciar un régimen que irán ampliando con permiso e indicación facultativa. Algunos pacientes a los que se les ha resecado el estómago, sufren lo que se denomina síndrome de Dumping precoz, y deben hacer comidas con pocos líquidos, en pequeñas cantidades y sin azúcares refinados. Otros en la misma situación tienen Dumping tardío, y conviene que hagan comidas de poca cantidad, pobres en hidratos de carbono y ricas en proteínas.

En las gastritis agudas es donde se debe llevar con más rigor el cumplimiento de las prescripciones dietéticas; como las causas de gastritis aguda pueden ser varias y el tratamiento diferente, e incluso hospitalario, será el médico, en todos casos, quien indique la pauta que se debe seguir en las normas dietéticas.

En las gastritis crónicas, el paciente debe convencerse de la importancia que tiene seguir las normas que el facultativo le aconseja: el enfermo debe comer despacio y masticar bien los alimentos; no ingerir gran cantidad en una sola comida, ya que es preferible hacerlas más frecuentes y en menor cantidad; no se permiten en la alimentación legumbres y frutas con la cubierta; las legumbres se darán en forma de purés y se administrarán papillas de harinas de cereales; las carnes tiernas se darán asadas y cocidas. Los pescados blancos asados y cocidos, preferentemente merluza, pescadilla, lenguados y gallos aderezados con limón y aceite; los huevos preparados en formas blandas. Las frutas, al principio, hervidas en forma de compota, y después, naturales, bien maduras y sin cáscara. Se prohibirán las especias, los picantes, las carnes conservadas y ahumadas, las carnes de cerdo, embutidos, morcillas y tocinos; los pescados azules y los mariscos; los quesos fermentados; los alcoholes, los vinos dulces, los licores y las bebidas muy frías.

Un problema que puede presentarse al enfermo con cáncer gástrico es la dificultad en la evacuación del contenido alimentario por estenosis. Esto mismo puede suceder cuando tal complicación aparece en una úlcera duodenal, por el obstáculo que ofrece el estrechamiento del píloro inflamado. En ambos casos, estenosis pilórica y cáncer, la dieta que se aconseja es la misma que cuando hay gastritis crónica. Si existe estenosis muy marcada, es preciso hacer una dieta líquida y, como el aporte nutritivo es insuficiente, se presenta la necesidad de buscar otras alternativas par alimentar al paciente; a veces hay que recurrir a la alimentación artificial.

Dietas enfermedades esofago

Dieta enfermos esofago
Dietas para enfermos del esofago

El paciente con procesos patológicos que afecten al esófago necesita una dieta que evite el reflujo del contenido ácido gástrico, para que no favorezca la aparición de esofagitis. Estos pacientes deben hacer comidas de pequeño volumen y frecuentes, pobres en grasas, ricas en fibra, con prohibición total de bebidas alcohólicas y gaseosas y, por lo general, no hipercalóricas.

Las alteraciones orgánicas o funcionales del esófago producen con mucha frecuencia dificultad e, incluso, imposibilidad para deglutir. La causa, generalmente, son espasmos funcionales, estenosis orgánicas o inflamación de la mucosa, y también esofagitis motivada por reflujo gastroesofágico, frecuente en la incontinencia del cardias y en las hernias hiatales. En estos casos, es necesario establecer una dieta que tenga presente la disfagia y la alteración que la produce, bien sea una inflamación, úlceras, divertículos, o bien un proceso canceroso.

Las dietas que se indiquen serán del tipo dieta blanda, para evitar la irritación mecánica; de pequeño volumen, y los alimentos no estarán muy calientes ni muyu fríos ni tendrán condimentos o picantes. Cuando existan esofagitis y hernia hiatal, se indicará una dieta que no aumente el volumen del contenido del estómago, por lo que las comidas serán ligeras y nunca copiosas. Deben prohibirse los alimentos que estimulen la secreción del jugo gástrico: café, té, alcohol, zumos ácidos y bebidas gaseadas. Una buena norma es no acostarse inmediatamente después de las comidas para no favorecer el reflujo del contenido gástrico hacia el estómago.

Dietas enfermedades digestivas

Dietas digestivas
Dietas digestivas

En cualquier edad, las enfermedades del aparato digestivo requieren dietas especiales. En general, las diferentes enfermedades que afectan a los aparatos y sistemas corporales las precisan y de esto vamos a hablar en este articulo titulado Dietas enfermedades digestivas.

Con la dieta adecuada a cada enfermedad, se pretende favorecer la curación del paciente, evitando que ciertos alimentos resulten perjudiciales. En la indicación de cada dieta hay que tener siempre presente el estado general del enfermo, la alteración orgánica que padece, sus características psicológicas, sociales y los hábitos alimenticios a que está acostumbrado para que la dieta que le vayamos a indicar resulte adecuada. Los regímenes serán flexibles para adaptarse a cada paciente de modo individual.



Dieta basica

Dietas basicas

En ocasiones muy críticas y, a veces, comunes a varias enfermedades, son precisas dietas básicas que, fundamentalmente, se encaminan a cubrir el aporte hídrico y, en ocasiones, también nutricional.

Las dietas básicas están indicadas en la preparación del intestino para la realización de exploraciones diagnósticas como la colonoscopia; cuando no se puede masticar o deglutir; situaciones agudas con alteración importante de la función gastrointestinal; estenosis o estrechamientos del tubo digestivo en su parte alta por cáncer; después de intervenciones; casos de anorexia importante y, en convalecencia, como dietas de transición.

No es extraño que sea preciso realizar dieta básica en el domicilio por indicación facultativa y conviene conocerlas. Basicamente se trata de tres tipos de dietas; dieta hídrica, dieta líquida y dieta blanda.

Dieta basica
Dieta hidrica

Se trata de una dieta que carece de valor calórico, pues solamente está formada por agua. Por esta razón, su utilización no debe ser superior a las cuarenta y ocho horas; se emplea en el llamado ayuno terapéutico.

La dieta hidrica se usa para enfermedades agudas del aparato digestivo que cursan con vómitos, diarreas e intolerancia a alimentos; también en el postoperatorio inmediato, sobre todo si se trata de intervenciones qu afectan el tracto digestivo, y también cuando hay que rehidratar al paciente.

La dieta liquida clara se compone de agua y zumo, que proporcionan escaso residuo y se absorben con facilidad. Está indicada en la preparación de cirugía de colon y par apoder practicar exploraciones diagnósticas como la colonoscopia. Sirve también cuando existen situaciones de alteración aguda de la función gastrointestinal.

Como esta dieta cubre las necesidades hídricas, pero es pobre en nutrientes, no debe prolongarse su uso más de tres días y, si es necesario hacerlo, se suministrará un aporte de hidratos de carbono, grasas, proteínas, vitaminas y minerales.


Dieta basica
Dieta liquida

Esta dieta incluye liquidos y alimentos semisólidos, proporcionando una nutrición adecuada sin precisar masticar. Está formada por soluciones y emulsiones poco concentradas.

La dieta liquida es una dieta de fácil digestión y absorción, que deja escaso residuo y tiene también un pobre valor energético. Intervienen en su composición: caldos de verduras, pescados y carnes en muy poca cantidad y, sobre todo, en forma de jugos; sopas, soluciones muy fluidas de harinas de cereales y leche, a las que se pueden añadir huevos, que se deben hervir; zumos de frutas, para el aporte de vitaminas; zumos vegetales, con el fin de procurar ingesta de sles minerales; infusiones de té y manzanilla azucaradas.

Está indicada en pacientes que no pueden masticar bien, o que tengan problemas de deglución o estenosis, que interfieren en la ingesta de alimentos sólidos. La dieta liquida será de transición.

La dieta liquida incluye todos los grupos de alimentos y, por ello, puede ser ingerida durante un tiempo más prolongado, pero se usará en períodos cortos de tiempo. Se administrará porciones cada tres o cuatro horas, de forma que se hagan cinco tomas al día, con un volumen total de 2 a 2,5 litros al dia. Es una dieta hipocolórica que no es equilibrada, cuyo aporte de vitaminas y minerales puede ser pobre. En ocasiones es necesario añadir suplementos proteícos, vitaminas y minerales.


Dietas basicas
Dieta blanda

Se indica como paso previo a la instauración de una dieta normal. Se trata de una dieta equilibrada que cubre las necesidades del paciente, compuesta por alimentos líquidos y sólidos blandos, relativamente pobre en residuos, de fácil masticación y digestión.

La dieta blanda se usa en el postoperatorio, en alteraciones gastrointestinales y en convalecencia de enfermedades prolongadas. Estará compuesta por alimentos preparados en formas sencillas, blandas de poca consistencia, sin exceso de condimentos y haciendo poco uso de grasas, fritos, salsas y purés concentrados y espesos, que exigirían una gran demanda de agua.

La dieta blanda puede componerse con agua, caldos y cremas, siempre que se tenga la precaución de dar poco volumen y repartir la comida en cinco tomas diarias. Los alimentos más adecuados para la composición de una dieta blanda son: papillas con harinas de cereales, sémola, maicena, arroz,; caldos de verduras, pescados y carnes; purés de legumbres, de patatas, a los que se les puede añadir mantequilla y yema de huevo; pastas de sopas; verduras bien cocidas; pollo, ternera, cordero, hígado de estas procedencias; huevos escalfados, revueltos o en tortilla a la francesa; leche entera; quesos frescos; Burgos, Villalón, yogur; pan blanco sin miga; flan, natillas, dulces de leche; frutas en compota o jaleas, mermeladas; zumos de frutas dulces.

Todos los alimentos citados se repartirán de modo lógico, formando un menú equilibrado, y las cantidades irán aumentándose en cada toma de modo progresivo, como dieta de transición antes de instaurar una dieta normal.

La dieta blanda puede ofrecerse bajo dos formas: con los alimentos triturados, en caso de dificultad para masticar o deglutir por parte del paciente, y cuando quiere evitarse que el estómago trabaje porque se estimularía su secreción, lo que a veces no es conveniente, como en el caso de ulcus gastroduodenal.

Dieta equilibrada

Dieta equilibrada
Dieta equilibrada

Una dieta equilibrada, apropiada debe mantener en el individuo que la hace un buen estado nutritivo y ha de proporcionarle energía suficiente con un aporte adecuado de principios inmediatos, fibra dietética en cantidad necesaria e, igualmente, vitaminas y minerales.

Parece ser que algunas de las enfermedades más frecuentes de nuestra actual civilización, como arteriosclerosis, diabetes, cáncer de colon, ulcus péptico, están directamente relacionadas con el consumo de una dieta inadecuada. Esto ha creado una sensibilizacion en el público y en la Administración, que está llevando a la búsqueda y al establecimiento de dietas idóneas con las que la salud de la población sea óptima y puedan prevenirse las enfermedades mencionadas.

Las necesidades de nutrientes específicos para cada individuo varían según la edad, el sexo, la actividad física y la fase del ciclo de la vida en que se halle: infancia, embarazo, adolescencia, etc. Las cantidades necesarias de los distintos nutrientes para mantener un estado nutritivo adecuado son los requerimientos diarios.

Para obtener una dieta equilibrada, se deben seleccionar una gran variedad de alimentos de diferentes grupos, con el fin de que aporten todos los nutrientes necesarios.

Helados light

Helados light
Helados light

Los helados son más que una golosina y, siempre que su consumo sea moderado, son una fuente de proteínas, calcio y vitaminas A, D y B2 importante. El contenido energético de los helados no suelen superar, en las opciones más cremosas, las 250 kcal/100 g menos que una tarta de chocolate o una ración de queso cremoso.

Son los ingredientes de grasa y azúcar de un helado lo que determina su contenido en calorias y lo que lo hace más o menos sano; agua (85-90% en polos y sorbetes; y 50-60% en helados de crema o leche), leche (si es entera, desnatada, en polvo...), azúcar y otro añadidos como mantequillas, natas, galletas, frutos secos... Por ejemplo, un helado elaborado con nata presenta más calorías y grasas que uno de agua (100 kcal/100 g) o uno de leche desnatada (150 kcal/100g).

Es preferible optar por helados light, que son versiones más ligeras, como lo helados polo, los granizados y los helados elaborados con yogures desatados y fruta.

También influye en el aumento de peso, el momento de tomar un helado; no es lo mismo tomarlo como postre de una comida abundante que hacerlo en la merienda o como tentempié. Es importante además, tomar el helado despacio para evitar un posible corte de digestión calorías una vez por semana, pues resulta una merienda completa, sabrosa y llena de calcio.

Helados bajo en calorias

Los helados light o los helados bajo en calorias aportan menos azúcares y grasas que los helados normales, pero tampoco se puede abusar, pues conseguirías sumar las calorías que tiene un helado normal. Ten en cuenta además que un helado nunca debe sustituir a la fruta, el yogur, el queso o la leche.

Tambien puedes optar por los tamaños de helados mini, que permiten controlar la racion de helado consumida a cambio del mismo sabor.

Si quieres hacer de tu helado, un helado bajo en calorías es mejor disfrutarlo sin galleta o barquillo, pues a las calorías del helado se le suman las del barquillo y añadirás más calorias.

Calorias helados

Polos de agua. Son refrescantes y aportan la mitad de calorías que los preparados con leche. Sólo hay que vigilar sus colorantes y conservantes.
Sorbetes. Se componen de agua y fruta, por lo que su contenido calórico y de grasas es menor, aunque también su aporte nutricional.
Granizados de té, limón, naranja,... A pesar de que llevan azúcar, prácticamente todo su peso es agua. La leche merengada es otra opcion natural.
Helados caseros. Si hacemos helados en casa podemos controlar la cantidada de azúcar, fruta y que la leche sea desnatada para que sean más ligeros.
Helados industriales. Comprobar sus ingredientes, pues algunos están hechos con grasas hidrogenadas de coco y palma poco saludables.

Hacer helados light

Este receta de helado light que te proponemos puedes hacerla con diferentes tipos de fruta, pero si prefieres puedes elaborar un granizado en el siguiente link: granizado de fresas y sandia


Hacer helados light
Helado de sandia

Ingredientes para 4 personas: 1 vaso de leche desnatada, 2 yogures desnatados edulcorados, 200 g de sandía, 2 cucharadas de azúcar

Hacer helado de sandia: Elimina las pepitas y la cáscara de la sandía y trocearla. Batir todos los ingredientes hasta obtener una mezcla consistente, ni demasiado espesa ni excesivamente ligera.
Incorporar la mezcla en moldes de helado o, si no disponemos de éstos, en una cubitera. Introducir en el congelador hasta que se endurezca.
Se puede servir como helado o picado como un granizado. También podemos sustituir la sandia por fresas o ciruelas rojas

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