Se puede considerar La Dieta de Los Hampton como la dieta de los famosos. Un resumen de esta dieta de adelgazamiento es que la base en la ingesta de acidos grasos omega 3, proteinas, frutas y verduras. La dieta de Los Hampton fue elaborada por Fred Pescatore, y entre sus fieles seguidoras está Sarah Jessica Parker que consigue mantenerse delgada y joven.

El doctor Fred Pescatore nos ofrece una dieta para no pasar hambre, basada en el consumo de vegetales (hortalizas, verduras y frutas), pescado rico en Omega 3 y aceites de grasas saludables. Lo que caracteriza a esta dieta es que no tiene apenas restricciones, y se come un poco de todo, pues Fred se inspiró en la equilibrada Dieta Mediterranea.

Los alimentos prohibidos en la Dieta de los Hampton es el pan blanco, es decir todo lo que provenga de la harina refinada, el azúcar y el arroz también están prohibidos. Las pastas, como se puede deducir tampoco están permitidas, y ni qué decir tiene las comidas preparadas o la rápida. El consumo de aceite con alto contenido en acidos grasos omega 6 debe ser moderado. Éste se encuentra por ejemplo en el aceite de girasol.

Los frutos secos como almendras o nueces, al igual que las legumbres se toman con moderación y como merienda. Se permiten cereales pero siempre integrales, y en cuanto a las frutas y verduras todas están bienvenidas y en grandes cantidades, pero no debes excederte en el consumo de plátanos y aguacates.

Un menu semanal Dieta de los Hamptons podría ser como el que te exponemos a continuación, donde combinas la gran cantidad de frutas y verduras, los pescados y carnes blancas y magras:

Desayuno: Un bol de macedonia de frutas, un trozo de queso blanco y una taza de té verde.

Almuerzo: Hamburguesa hecha en casa con carne de ternera 100%, una ensalada mixta con brotes de soja, un bol de melón en dados.

Merienda: un huevo duro, un zumo de melocotón natural

Cena: un trasero de pollo asado o a la plancha, espárragos verdes al vapor, un yogur natural 0%

Desayuno: tortilla de un huevo, una manzana y una taza de té

Almuerzo: Salmón a la plancha, ensalada de apio, pimiento verde y zanahoria, melón

Merienda: una tostadita integral con queso cheddar

Cena: Calabacines rellenos de verdura, queso mozzarella light

Desayuno: 2 tostadas de pan integral con queso fresco y una taza de té verde

Almuerzo: Ensalada de atún, lechuga y queso fresco en dados, gelatina de frutas

Merienda: 7 almendras, una taza de té

Cena: pescado (lubina, dorada, baila...) al horno sobre una cama de verduras (cebolla, calabacín, tomates, ...), 2 ciruelas.

Esta dieta adelgazante es originaria de Estados Unidos, pero invadió muy pronto el resto del mundo y se hizo muy famosa. La originalidad de la dieta Weight Watchers radica en la particular asociación del régimen alimentario con una ayuda psicológica que deriva de las reuniones de grupo.

La dieta Weight Watchers se desarrolla en tres fases:

1. Un programa básico, durante el cual se debería perder la mayor parte del peso superfluo.

2. Un programa de transición, que permite superar la baliza de los últimos 5 kilos.

3. Un programa de mantenimiento para conservar el peso ideal que se ha alcanzado.

Desayuno: 100-150 g de fruta, 30 g de pan y elegir entre: 70 g de queso fresco, un huevo, 30 g de queso blanco, 30 g de cereales con 1/4 l de leche desnatada ó 60 g de pescado.

Almuerzo: 30 g de pan, agua y elegir entre: 90-120 g de pollo o carne o pescado, 2 huevos, 150 g de queso blanco o fresco, 180 g de legumbres secas ó 120 g de fruta fresca.

Cena: 30 g de pan si no lo comiste en el almuerzo, a elegir 120-180 g de pollo o carne o pescado ó 240 g de legumbres secas ó 120 g de verdura fresca.

Además cada día: 1 litro de leche desnatada durante o después de las comidas, 300-450 g de fruta (100-150 g en el desayuno, el resto durante o después de las comidas).

La dieta Weight Watchers es un buen régimen de adelgazamiento hipocalórico, ideal para aquellos que estando a dieta necesitan un apoyo psicológico, pues lo encuentran en las famosas reuniones, aunque muchos socios se desaniman y vuelven a los malos hábitos en cuento se les deja solos.

En otros socios, en caso de fracaso, permanece luego un sentimiento de culpa que les hace comer en exceso.

¿A quien no le apetece un helado con los calores del verano? Si tienes colesterol, no te prives de hacer tus propios helados caseros sin colesterol, porque están buenísimos y te aportan menos de 49 mg de colesterol. Si no dispones de tiempo o estás en la calle siempre puedes optar por los granizados, pues además de que contienen 0 mg de colesterol tienen menos calorías y engordan menos que los helados.

Siempre que puedas hazte tus propios helados sin colesterol en casa, y ten en cuenta que no sólo puedes hacer sorbetes caseros sino que con ayuda de una heladera puedes hacer helados de cualquier sabor, y como son caseros tú controlas los ingredientes que tomas...

· Granizado de café. Para 4 personas. o mg de colesterol

Ingredientes: 4 tazas de café soluble, 1 taza de chocolate líquido, 1/2 l de leche desnatada, 400 g de azúcar.

En un recipiente se mezcla el café, el chocolate fundido, la leche desnatada y el azúcar. Se remueve bien e inmediatamente se pone en el congelador. Antes de servir, se rompen los trozos de hielo que se hayan formado.

· Granizado de Valencia. Para 4 personas. 0 mg de colesterol

Ingredientes: 12 naranjas, 2 limones, 15 cucharadas de azúcar, 1 vasito de licor de grosella

En primer lugar, se exprimen las naranja y los limones. A continuación, se mezcla bien el zumo resultante con el azúcar y el licor de grosella y se deja enfriar en el congelador. Antes de servir, se rompen los trozos de hielo que se hayan formado.

· Leche merengada. Para 4 personas. Entre 1 y 49 mg de colesterol

Ingredientes: 1/2 l de leche desnatada, 100 g de azúcar, 2 claras de huevo, 1 corteza de limón, 1 cucharadita de zumo de limón y canela en polvo

El primer paso consiste en poner a cocer la leche desnatada con la corteza de un limón y el azúcar. Se deja cocer a fuego suave durante 5 minutos sin dejar de remover para disolver el azúcar.

Transcurrido este tiempo, se retira del fuego y se vierte la leche en un recipiente que se lleva al congelador para que se enfríe. Mientras tanto, se montan las claras de huevo a punto de nieve junto con una cucharadita de zumo de limón.

Cuando la leche esté fría se retira del congelador y se mezcla con las claras de huevo a punto de nieve. Acto seguido, se distribuye la leche merengada en copas individuales y se espolvorea por encima la canela en polvo.

· Sorbete de limón. Para 4 personas. Entre 1 y 49 mg de colesterol

Ingredientes: 4 limones, 200 g de azúcar, 2 claras de huevo, 1/2 l de agua, la ralladura de un limón, 1 pizca de sal

En primer lugar, se lava y ralla la piel del limón y luego se exprimen los limones.

Luego, se pone un cazo al fuego con el agua y el azúcar y se deja cocer unos 10 minutos a fuego medio. Mientras tanto, se montan las claras a punto de nieve con una pizca de sal hasta que queden bien firmes.

Transcurridos 10 minutos, se retira el cazo del fuego y se vierte en un recipiente. Seguidamente se añaden el zumo de limón y la piel de limón. Se lleva el recipiente al congelador y se deja enfriar.

Cuando empiece a congelarse, se retira del congelador. Se añaden entonces las claras a punto de nieve y se bate todo junto. Por último, se vuelve a poner en el congelador. El sorbete de limón se sirve bien frío y distribuido en copas individuales.

· Sorbete de naranja al cava. Para 4 personas. Entre 1 y 49 mg

Ingredientes: 4 naranjas, 200 g de azúcar, 2 claras de huevo, 1/2 l de agua, la corteza rallada de una naranja, 1 pizca de sal y 1 copa de cava o champan

La primera operación consiste en lavar y rallar la piel de la naranja. Se exprimen las naranjas.

A continuación, se pone un cazo en el fuego con el agua y el azúcar. Se deja cocer unos 10 minutos a fuego medio. Mientras tanto, se montan las claras a punto de nieve con una pizca de sal hasta que queden firmes.

Al cabo de 10 minutos, se retira el cazo del fuego y se vierte su contenido en un recipiente mezclándolo bien con el zumo y las ralladuras de corteza de naranja. Seguidamente, se lleva el recipiente al congelador para que se enfríe.

Cuando empiece a congelarse, se saca del congelador y se mezcla con las claras de huevo a punto de nieve. Se remueve con cuidado y por último se vierte el cava o champán. Se lleva de nuevo al congelador y antes de servir se distribuye en copas individuales.