El extracto de cacao, rico en polifenoles y linolina, se utiliza por sus beneficios antioxidantes, regeneradores y tonificantes. Además el cacao es reconstituyente y vigorizante.

El cacao es el fruto del árbol Theobroma cacao, de la familia de las Bitneráceas. En Europa, el cacao se consume desde que los españoles lo introdujeron de América en sus viajes al Nuevo Mundo, donde se consumía como bebida amarga desde los aztecas sobre todo en México. Fueron los españoles quienes les añadieron leche para suavizar su sabor.

El cacaco contiene un 50% de lipidos, un 15% de almidón, un 15% de proteínas y pequeñas cantidades de cafeína y teofilina.

Mediante la fermentación del cacao se consigue disminuir el sabor amargo y astringente del fruto, además se consigue con ello desarrollar su aroma y liberar la teobromina, el principio activo del cacao. Entre sus mejores propiedades, el cacao es un reconstituyente energético, estimulante del sistema nervioso y además, posee cualidades diuréticas.

La manteca de cacao se puede emplear para la preparación de supositorios, como excipiente de píldoras o como emoliente en el tratamiento de raspaduras y grietas de los labios.