Alimentos + relajación + complementos. Esta es la fórmula para llegar a todo, pero a veces es muy dificil llevarla a rajatabla y las mujeres caen en el 'Sindrome de la mujer acelerada', cuyos sintomas son los siguientes: Aumento de peso, Bajo deseo sexual, Apatía y cansancio, cambios de humor, Alteraciones del sueño, Problemas digestivos. Sintomas que con el tiempo pueden encaminar en depresión.
El estres engorda
En una situación de estrés constante, el organismo estimula la producción de cortisol (la hormona del estrés) y de insulina. Como consecuencia, el apetito aumenta y también las ganas de tomar dulces y féculas. Esta forma de comer, favorece el almacenamiento de grasa, lo que, a su vez, genera altos niveles de sutancias inflamatorias en el hígado. El resultado es la resistencia a la insulina, estadio previo a la diabetes tipo2, que provoca un aumento adicional del apetito.
El problema afecta también al cerebro; pues cuando intentamos aliviar el estrés con comida, activamos el centro de recompensa del cerebro. Pero, cuando la sensación de bienestar generada por el helado o las patatas fritas se disipa, volvemos a sentir deseos de tomar más del alimento que nos ha relajado.
Si entendemos cómo las emociones estimulan nuestro deseo de comer, podremos desarrollar estrategias para alimentarnos mejor. Mejoraremos en salud, manteniendo las hormonas del bienestar en niveles satisfactorios y evitar los altibajos hormonales que nos llevan a la obesidad.
Dieta antiestres
Las verduras, el pescado y las infusiones con las bases para una dieta antiestres. Cada mañana al despertarte realiza 10 minutos de respiración profunda y bebe un zumo de medio limón con agua.
Desayunos: Zumo natural o una pieza de fruta. Bol de cereales integrales con yogur o tostada integral con queso fresco y mermelada o un huevo revuelto sobre una tostada. Tres nueces. Infusión de tila o manzanilla o té verde con miel.
LUNES
Comida: Puré de calabaza con puerros y zanahoria. Salmón a la plancha con pimientos verdes fritos. Piña fresca picada. Infusión
Cena: Consomé. Huevo escalfado con esparragos trigueros a la plancha. Macedonia. Infusión
MARTES
Comida: Lentejas estofadas. Queso fresco con membrillo. Pera al vino. infusión.
Cena: Gazpacho. Pechuga de pollo a la plancha con ensalada de canónigos, nueces picadas y tomtitos cereza. Manzana. Infusión
MIERCOLES
Comida: Minestrone con parmesano rallado. Bacalao fresco a la bilbaína (a la plancha con aceite y ajo en láminas, y rociado con unas gotas de vinagre al servir) con pimientos del piquillo. Melón Infusión
Cena: Rodajas de calabacín a la plancha con salsa de tomate casera. Tortilla de queso. Naranja. Infusión
JUEVES
Comida: Pechuga de pavo a la plancha con puré de manzana o ensalada verde. Tres ciruelas. Infusión
Cena: Rodajas de tomate con mozarella. Mejillones al vino blanco. Sandía. Infusión
VIERNES
Comida: Arroz Basmati con lomo de cerdo a la plancha y ensalada de lechugas variadas. Plátano. Infusión
Cena: Caldereta de rape con tomate, puerro y patatas nuevas. Ensalada de frutos del bosque don una bola de helado pequeña, infusión.
SABADO
Comida: Tagliatelle al pesto con filete a la plancha y ensalada de tomate. Yogur batido con fresones. Infusión
Cena: Libre, pero con moderación
DOMINGO
Comida: Garbanzos con berza y morcillo cocido. Frutas variadas picadas. Infusión
Cena: Ensalada de medio aguacate con canónigos, seis gambas cocidas, medio huevo cocido y picado y vinagreta. Tres mandarinas. Infusión
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