Entre los 36 y los 45 años tu cuerpo necesita menos calorías. Una mujer de 36 años necesita 100 calorías menos que a los 26. Tus hormonas y metabolismo empiezan a decaer y la proporción de grasa en el cuerpo es mayor.
Dieta a los 40 años
Te has ido acostumbrando al cambio poco a poco, el espejo no te devuelve una imagen tan diferente, pero tu cuerpo ya no es el mismo. Te costará mucho más perder peso. Aumenta el consumo de antioxidantes y vitamina D, de minerales (Calcio, magnesio, fósforo y hierro par cuidar los huesos y desterrar las anemias), y fibra para regular el intestino.
A los 40 años, sigues comiendo como siempre lo has hecho pero tu cuerpo necesita más calidad y menos cantidad. Si no cuidas la alimentación, te arriesgas a sufrir anemia o malnutrición... o sobrepeso. A no ser que hagas ejercicio, empezarás a perder células óseas. Si practicas algo de ejercicio diario, aumentarás la masa muscular, mantendrás la ósea y reactivarás el metabolismo, con lo que controlarás mejor el peso.
Los principales riesgos serán tomar todos los días el aperitivo o una copa al salir del trabajo, pues es una mala costumbre que, además, no contará para ti como comida. El alcohol engorda porque se transforma en grasa, y aumenta e riesgo de cáncer de mama.
Si quieres adelgazar, ve a un especialista nutricionista o un dietista. Si lo que pretendes es mantener tu peso, come más verdura y pescado. La clave está en intentar que tus comidas sean lo más ordenadas posible. Establece una rutina a la hora de sentarte a la mesa. Y, sobre todo, cuida tu dieta pero no te obsesiones con la báscula.
Lo que debe comer a los 40
Lucha contra los radicales libres, pues oxidan las células y las envejecen. Defiéndete tomando Vitamina A (está en vegetales de color rojo o naranja, espinacas, berros, quesos, mantequilla, pez espada...), Vitamina C (presente en pimientos, brécol, espinacas, cítricos, kiwi, fresas y la mayoría de las frutas) y Vitamina E que es antioxidante ( la contienen los aceites vegetales, pescado azul, frutos secos y cereales.
El alcohol no te alimenta, pero sí te engorda y perjudica tu salud, excepto la cerveza y el vino, que son buenos tomados en pequeñas cantidades diarias. La fibra, las verduras y los alimentos integrales proporcionan las vitaminas y minerales que necesitas ahora. Tómate tu tiempo. La carne roja es demasiado grasa; resérvala para ocasiones especiales y opta por las carnes blancas y las aves para diario.
0 comentarios:
Publicar un comentario