Con una dieta equilibrada disponemos a nuestro organismo de todas las vitaminas necesarias y en cantidades suficientes, pero los suplementos vitaminicos pueden ser suministrados por prescripción médica con fines terapéuticos, pues existen momentos de nuestra vida que es bueno administrar ciertas vitaminas, como es el caso de mujeres embarazadas, en la vejez con el desgaste de las células, o en estudiantes en épocas de examen donde la concentración es máxima. En estas y otras situaciones, son necesarios los suplementos vitaminicos porque aumentan las necesidades.

Para evitar que las vitaminas de los alimentos se pierdan debemos saber que la cocción y la congelación afectan a la concentración de vitaminas hidrosolubles. Es por ello, que conviene consumir alimentos frescos, y siempre que sea posible crudos, por ejemplo en el caso de las espinacas que pueden comerse en ensalada. Cuando no sea posible, los alimentos los cocinaremos al vapor o en el horno, pues estos tipos de cocciones son las más recomendables.

El consumo de suplementos vitaminicos es recomendable siempre con la supervisión de un nutricionista o un médico, pues las vitaminas liposolubles en exceso puede tener consecuencias graves. Sólo si se toman excesivas cantidades de suplementos vitaminicos se puede padecer hipervitaminosis.

Se llaman falsas vitaminas a aquellas sustancias, como es el caso del inositol o la colina, que poseen una acción similar a las vitaminas, pero que sí que son sintetizadas por nuestro organismo en cantidad suficiente.