El ajo es uno de los remedios caseros con más tradición histórica. Se ha utilizado, desde hace siglos, para problemas cardíacos, respiratorios para aumentar la fuerza (antaño lo tomaban esclavos o navegantes, por ejemplo), además es uno de los ingredientes estrella para mejorar el sistema inmunológico.

Gracias a la ciencia, se han podido analizar los componentes que convierten el ajo en uno de los ingredientes más apreciados. Entre ello destaca el alto grado de vitamina B, calcio, hierro, yodo y fósforo que lo componen. El ajo crudo está formado por una gran cantidad de un compuesto llamado aliína que, cuando se corta o se machaca, se convierte en alicina. Son precisamente estos componentes, combinados con otros minoritarios, los que tienen un efecto beneficioso sobre el sistema inmunológico. Muchos estudios ya han constatado la eficacia del ajo contra los virus, bacterias y hongos, así como su capacidad para estimular y modular las defensas. A parte de ser uno de los condimentos más frecuentes en la dieta mediterránea, también se le atribuyen propiedades curativas para una larga lista de afecciones, sobre todo, problmas circulatorios, respiratorios, nerviosos y digestivos.

El ajo también se encuentra en varios productos farmacéuticos, después de pasar por un proceso de añejado. Así, el derivado es inoloro y muchos de sus compuestos e ven incluso triplicados. Pero para fortalecer el sistema inmunológico, en la actualidad encontramos muchos suplementos vitamínicos que completan las carencias en la alimentación. Pueden ser de varios tipos: los más comunes conocidos son los mutivitamínicos, compuestos por un conjunto de diferentes vitaminas y minerales. Las otras dos clases son los suplementos con vitaminas del grupo B los suplementos de una sola vitamina, sólo aconsejables en casos muy concretos en los que el paciente sabe que carece de ese tipo. Los complementos de ácido fólico con también bastante comunes, ya que es un nutriente esencial para la maduración de los glóbulos rojos, la base para un buen sistema inmunológico.