Esta dieta adelgazante es originaria de Estados Unidos, pero invadió muy pronto el resto del mundo y se hizo muy famosa. La originalidad de la dieta Weight Watchers radica en la particular asociación del régimen alimentario con una ayuda psicológica que deriva de las reuniones de grupo.

La dieta Weight Watchers se desarrolla en tres fases:

1. Un programa básico, durante el cual se debería perder la mayor parte del peso superfluo.

2. Un programa de transición, que permite superar la baliza de los últimos 5 kilos.

3. Un programa de mantenimiento para conservar el peso ideal que se ha alcanzado.

Desayuno: 100-150 g de fruta, 30 g de pan y elegir entre: 70 g de queso fresco, un huevo, 30 g de queso blanco, 30 g de cereales con 1/4 l de leche desnatada ó 60 g de pescado.

Almuerzo: 30 g de pan, agua y elegir entre: 90-120 g de pollo o carne o pescado, 2 huevos, 150 g de queso blanco o fresco, 180 g de legumbres secas ó 120 g de fruta fresca.

Cena: 30 g de pan si no lo comiste en el almuerzo, a elegir 120-180 g de pollo o carne o pescado ó 240 g de legumbres secas ó 120 g de verdura fresca.

Además cada día: 1 litro de leche desnatada durante o después de las comidas, 300-450 g de fruta (100-150 g en el desayuno, el resto durante o después de las comidas).

La dieta Weight Watchers es un buen régimen de adelgazamiento hipocalórico, ideal para aquellos que estando a dieta necesitan un apoyo psicológico, pues lo encuentran en las famosas reuniones, aunque muchos socios se desaniman y vuelven a los malos hábitos en cuento se les deja solos.

En otros socios, en caso de fracaso, permanece luego un sentimiento de culpa que les hace comer en exceso.